Al fin llegó

por Yany S. Figueroa

Alex odiaba cruzar el cementerio por las noches, aunque era el camino más rápido a su casa, pero aquella noche , era demasiado su cansancio y ansiaba dormir , así es que al llegar a la puerta, no lo dudó y entró al camposanto.

Los latidos de su corazón se aceleraron y hablaba solo apresurando el paso , mientras se decía :

 “A qué le temes Alex , si ellos ya no habitan las tinieblas terrestres ” ;

ése pensamiento se lo expresaba él mismo , mientras sus pasos eran cada vez más rápidos .
Había evitado tantas veces el pasar por éste lugar que ni el mismo se creía que estuviera atravesándolo, y de noche, todo por la prisa de descansar.

Esta noche está nublada, pensó pero se detuvo por un instante y eran sus ojos , movió sus párpados , era el nerviosismo que lo dominaba , justo estaba pasando delante de una tumba de donde se escuchaban unos lamentos terribles. Quisiera tener alas gritó .Pero nadie lo escuchó, solo habían almas.

No podía creer que eso fuera cierto , que ésa voz tenebrosa saliera de una tumba , me estoy volviendo loco , pensó . Ya era demasiado el tormento que estaba sufriendo, primera vez que hacía voz de sus pensamientos y en el laberinto de ellos ,se da cuenta que no encuentra la salida , que el camino que había tomado no era el correcto .Volver todo ese tramo le hacía temblar pero retrocedió inevitablemente. Y en ese momento se cae y un cactus se venga de su desasosiego , tuvo que sentarse en el suelo a quitarse las espinas que lo torturaban.

Era un bello cementerio con fuentes de agua que mostraban un caída bien estructurada. Hermosas y adornadas tumbas de mármol, iluminadas por faros cerca de los árboles que las rodeaban .Para un buen fotógrafo era una magnífica obra de arte .Pero para Alex era la peor noche de su vida.

 Terminó por fin de quitarse todas aquellas espinas y continuó buscando la ansiada salida del camposanto.

 Cuando saliendo del percance, delante de él , aparece un señor de barba blanca y un traje largo con corbata bien anudada , que le sonrió y tomó de la mano , mientras le decía :

” Yo te mostraré el camino ” .

Alex no sabía si esto era real o producto de su shock mental . Pero se dejó guiar , caminaron juntos medio kilómetro más, cuando de pronto una inmensa puerta, el anciano estirando su brazo y con el dedo índice le indicó. Le volvió el alma al cuerpo a Alex y con un gesto de reverencia , su agradecimiento al anciano le mostró , ahora sin miedo , a su casa  AL FIN LLEGÓ

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