Un Judío entra en la tienda de un amigo y le dice:
– ¡Préstame ahora mismo, veinte mil francos, en metálico!
– ¿Veinte mil francos?…
– ¡Si, veinte mil! Te los devolveré en diez minutos con quinientos francos de interés.
– ¡En diez minutos no tendrás tiempo ni de salir a la calle!
– ¡No tengo ninguna intención de irme de tu tienda!
El comerciante acepta y entrega veinte mil francos en efectivo a su amigo. Este se los mete al punto en el bolsillo y coge el teléfono. Tras haber marcado un número discute algunos minutos con un interlocutor y, satisfecho, cuelga el aparato.
– ¡Acabo de conseguir un contrato formidable! – dice devolviendo los veinte mil francos, acrecidos con los intereses.
– Pero ¿para qué necesitabas una suma semejante solo para telefonear? – pregunta el comerciante sin salir de su asombro.
– Porque, para discutir, a la hora de hacer negocios, uno se siente distinto cuando tiene dinero en el bolsillo.
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Análisis del cuento:
Desde una posición de confianza es mas facil, y mas exitosa la negociación.
En este ejemplo de dinero, si tenemos quien nos lo preste, puede servir, pero en general debemos llevar en nuestro «bolsillo» personal el valor que sabemos que tenemos, sea este el valor profesional, artístico, intelectual, humano, o de cualquier tipo que llevemos a la negociación.
A la hora de conseguir un trabajo, un contrato, o cualquier éxito en general, llevar nuestro bolsillo lleno con la confianza requerida nos dará mas garantías de éxito.
Cual es tu «dinero en el bolsillo»? tu experiencia?, tu Confianza?, tu capacidad de resolver problemas? … búscalo y llevalo siempre en el bolsillo!