En un bosque cerca de la ciudad vivían dos vagabundos. Uno era ciego y otro cojo; durante el día entero en la ciudad competían el uno con el otro.
Pero una noche sus chozas se incendiaron porque todo el bosque ardió.
El ciego podía escapar, pero no podía ver hacia donde correr, no podía ver hacia donde todavía no se había extendido el fuego.
El cojo podía ver que aún existía la posibilidad de escapar, pero no podía salir corriendo – el fuego era demasiado rápido, salvaje- , así pues, lo único que podía ver con seguridad era que se acercaba el momento de la muerte.
Los dos se dieron cuenta que se necesitaban el uno al otro.
El cojo tuvo una repentina claridad: «el otro hombre, el ciego, puede correr, y yo puedo ver». Olvidaron toda su competitividad.
En estos momentos críticos en los cuales ambos se enfrentaron a la muerte, necesariamente se olvidaron de toda estúpida enemistad, crearon una gran síntesis; se pusieron de acuerdo en que el hombre ciego cargaría al cojo sobre sus hombros y así funcionarían como un solo hombre, el cojo puede ver, y el ciego puede correr.
Así salvaron sus vidas. Y por salvarse naturalmente la vida, se hicieron amigos; dejaron su antagonismo.
4 comentarios sobre “El Cojo y el Ciego”
Alvaro Caal
(enero 30, 2023 -2:53 pm)Muy buen aporte, los cuentos dejan grandes mensajes.
Pedro Polo
(febrero 26, 2023 -6:50 am)Muchas Gracias Alvaro! Eso es lo que intentamos promover, ademas de entretener 🙂
elvis nieto
(mayo 2, 2023 -3:20 pm)ey,no me gusto
Pedro Polo
(mayo 21, 2023 -6:24 am)Gracias por tu opinion elvis! Espero que te gusten otros cuentos de la pagina.