Todo Acto Genera Consecuencias

Ese año las lluvias habían sido particularmente intensas en toda la región.

Una gran corriente del río se llevó la choza de un campesino, pero cuando cesaron, habían dejado en la tierra una valiosa joya. El buen hombre vendió la alhaja y con la suma que le entregaron reconstruyó su choza y el resto se lo regaló a un niño huérfano y desvalido del pueblo.

La riada había arrasado también otro poblado y un campesino, para salvar la vida, tuvo que encaramarse a un tronco de árbol que flotaba sobre las turbulentas aguas.  Otro hombre, despavorido, le pidió socorro, pero el campesino se lo negó, diciéndose a sí mismo:

“Si se sube éste al tronco, a lo mejor se vuelca y me ahogo”.

Los años pasaron y estalló la guerra en ese reino. Ambos campesinos fueron alistados.

El campesino bondadoso fue herido de gravedad y conducido al hospital. El médico que le atendió con gran cariño y eficacia era aquel muchachito huérfano al que él había ayudado. Lo reconoció y puso toda su ciencia y amor al servicio del malherido. Logró salvarlo y se hicieron grandes amigos de por vida.

El campesino egoísta tuvo por capitán de la tropa al hombre a quien no había auxiliado. Le envió a primera línea de combate y días después halló la muerte en las trincheras.

Las consecuencias siguen, antes o después, a los actos.

La generosidad engendra generosidad y el egoísmo, egoísmo. Debemos cultivar los cuatro bálsamos de la mente: amor, compasión, alegría por la dicha de los otros y ecuanimidad.

Consecuencias de nuestros actos

Tal y como dibuja esta historia, todo lo que hacemos u omitimos genera su proyección en el tiempo, y de lo que hacemos hoy, tendremos los resultados en el futuro.

Es por esto, también, que sopesar nuestra respuesta a lo que sucede a nuestro alrededor, con curiosidad, generosidad e interés genuino; sin juzgar ni desdeñar las necesidades de los demás y con tanta compasión y generosidad como nos sea posible, es un proceder que propagará, sin dudas, las mejores ondas en nuestro propio futuro.

Pedro Dominguez Polo

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Autor entrada: Pedro Polo

3 comentarios sobre “Todo Acto Genera Consecuencias

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