-Maestro, comencé a estudiar el zen y no me siento mejor. Sigo sin poder hacer contacto con la divinidad que hay en mí, sigo sin conocerme; mis dudas aumentan. ¿Por qué? -Hijo, porque no te das cuenta de que sí te estás conociendo; de otra forma no estarías inquieto y lleno de dudas. Eso forma […]