por Nuria de Espinosa En su desnudez, la melancolía cubría su rostro. Solo dos pajarillos la acompañaban. Ni con una canción se le pasaría la murria. Era tanta su tristeza que no sentía pudor. Su larga melena cubría casi todo su cuerpo desnudo, como si fuera una serpiente. Lloró su tristeza y soledad. Mery tuvo […]