“Había una vez un caballero que poseía una casa muy muy vieja, construida aprovechando los restos de un antiguo monasterio. El caballero decidió que quería derruirla, pero sin embargo consideraba dicha tarea implicaría demasiado esfuerzo y dinero, y empezó a pensar en alguna manera de lograr hacerlo sin que le supusiera a él ningún costo. […]